Territorio Fragil - Carlos Rolandi

2013

EXPOSICIÓN “TERRITORIO FRÁGIL” DE CARLOS ROL EXPOSICIÓN “TERRITORIO FRÁGIL” DE CARLOS ROLANDI 

 El viernes 25 de octubre a las 19.30 hs en Casa Mayor galería de arte (Malutín 263 e/ Guido Spano y Andrade) el artista Carlos Rolandi expone una serie de trabajos al pastel sobre lienzo y/o papel encolado sobre madera, denominada “Territorio Frágil ”. Fragilidad de la materia (tizapastel) como así también la fragilidad del tema: del campo, del paisaje, del cuerpo de quienes la habitamos. 

Carlos Rolandi nació en Quyquyhó, Paraguay. Tiene Licenciatura en Artes Plásticas de la Universidad París VIII, Francia. Desde 1983 realiza exposiciones e individuales colectivas de dibujo, grabado, pintura y collages en el país y en el exterior. Vive en Aregua, trabaja en su Galería-Atelier en la misma ciudad y enseña en el Instituto Superior de Bellas Artes de Asunción.

La muestra estará habilitada hasta el 3 de noviembre y puede ser visitada en el horario de la galería de lunes a viernes de 8:00 a 18:30 hs y sábados de 8:00 a 12:00 hs.

Sobre la exposición, Ángel Luis Carmona escribió el siguiente texto: 

Cartografía de lo frágil

 

La exposición de obras realizadas en tiza-pastel que Carlos Rolandi presenta en Casa Mayor, bajo el sugerente título general de “Territorios frágiles”, propone en primer lugar un desafío, una pequeña trampa, una paradoja entre el nombre de la y los cuadros que la integren.

            El título anticipa, a quienes se acercan a la obra, que el trabajo será figurativo, puesto que nada es más concreto que un “territorio”, que por definición es algo visible, aprehensible, mensurable; sin embargo la primera impresión visual es que se trata de trabajos abstractos.

            Una mirada más atenta nos informa que es el título verdadero el que nos está dando la clave de lectura y que la primera precepción visual resultó engañosa. Son obras a las que hay que acercarse, son obras que hay que mirar con cuidado y más de una vez, son obras frente a las que hay que pensar, que exigen un esfuerzo de atención para aprehenderlas y disfrutarlas.

 

 

            En cierto sentido no son obras figurativas, puesto que difícilmente se pueden discernir o reconocer figuras concretas en el dramático entramado de colores desvaídos, ocres, opresivamente apagados, a contraste con los bruscos e intensos trazos oscuros que los surcan como cicatrices.

            Empero tampoco, stricto sensu, son abstractas, ya que inmediatamente que las miramos por segunda vez nos asalta la sensación de que estamos viendo algo familiar que no reconocemos, como si el artista nos ofreciera un punto de observación que está tan cerca del objeto que nos hace perder la perspectiva y las referencias y, en consecuencia, no nos permite identificarlo.

            El autor afirma que se inspiró en la de los tatuajes y sin duda las formas mórbidas, surcadas por trazos agresividad intensamente estéticas, frecuentemente puntiagudos, permiten inferior que estamos viendo el fragmento ampliado de un cuerpo con el fragmento de un tatuaje, a ambos, cuerpo y tatuaje, la aproximación excesiva ha privado del contexto necesario para identificarlos con certeza.

            ¿No es esto una ironía deliciosa? Sin duda pocos territorios más frágiles que el cuerpo humano, sometido a la acción del tiempo ya los azares de la existencia. Sin embargo los tatuajes son un acto de fe en la perennidad o quizás (más dramático aún) un grito de protesta ante la fragilidad de lo efímero.

            El cuerpo, esos fragmentos, esos acercamientos excesivos, que son y no son el cuerpo, es uno de esos territorios frágiles que Rolandi nos propone explorar, pero aún hay otros territorios, no evidentes pero sí detectables, que podrían recorrerse siguiendo los mapas fragmentarios que son los cuadros.

            Se me ocurre que la paleta de colores y el brumoso efecto que consigue al distribuirlos en las obras no tiene nada de casual: es como si el humo, en el que se están convirtiendo los bosques vírgenes (esos territorios tan fuertes en la naturaleza y tan frágiles ante la acción humana), hubiera nublado la superficie de los cuadros.

            En otro orden de, “Territorios frágiles” llama la atención enorme por el contraste con las cosas que presentó Rolandi el año pasado, realizado también en Casa Mayor, aquella era de collages, esta de tiza pastel; aquella humorística y festiva, esta dura y dramática; aquella llena de brillante colorido, esta oscura y hasta tenebrosa, lo que habla no solo de la versatilidad técnica del autor sino también de una profunda empatía entre los temas que investigan y los artificios que elije para tratarlos. A fin de cuentas frágiles también la técnica de tiza pastel.

            Pero, volviendo la exposición actual, “Territorios frágiles” es una muestra dura y dramática sobre un tema duro y dramático, una cartografía fragmentaria de lo frágil. La fragilidad tiene mala fama. Sin embargo casi todo lo que vale la pena es frágil… Frágil es el cuerpo, frágil es la belleza, frágiles son los seres vivos, frágil es el precario equilibrio de la naturaleza, frágiles son nuestros cuerpos, frágil y efímera es la vida.

 

 

 

Y YO 

 El viernes 25 de octubre a las 19.30 hs en Casa Mayor galería de arte (Malutín 263 e/ Guido Spano y Andrade) el artista Carlos Rolandi expone una serie de trabajos al pastel sobre lienzo y/o papel encolado sobre madera, denominada “Territorio Frágil ”. Fragilidad de la materia (tizapastel) como así también la fragilidad del tema: del campo, del paisaje, del cuerpo de quienes la habitamos. 

Carlos Rolandi nació en Quyquyhó, Paraguay. Tiene Licenciatura en Artes Plásticas de la Universidad París VIII, Francia. Desde 1983 realiza exposiciones e individuales colectivas de dibujo, grabado, pintura y collages en el país y en el exterior. Vive en Aregua, trabaja en su Galería-Atelier en la misma ciudad y enseña en el Instituto Superior de Bellas Artes de Asunción.

La muestra estará habilitada hasta el 3 de noviembre y puede ser visitada en el horario de la galería de lunes a viernes de 8:00 a 18:30 hs y sábados de 8:00 a 12:00 hs.

Sobre la exposición, Ángel Luis Carmona escribió el siguiente texto: 

Cartografía de lo frágil

 

La exposición de obras realizadas en tiza-pastel que Carlos Rolandi presenta en Casa Mayor, bajo el sugerente título general de “Territorios frágiles”, propone en primer lugar un desafío, una pequeña trampa, una paradoja entre el nombre de la y los cuadros que la integren.

            El título anticipa, a quienes se acercan a la obra, que el trabajo será figurativo, puesto que nada es más concreto que un “territorio”, que por definición es algo visible, aprehensible, mensurable; sin embargo la primera impresión visual es que se trata de trabajos abstractos.

            Una mirada más atenta nos informa que es el título verdadero el que nos está dando la clave de lectura y que la primera precepción visual resultó engañosa. Son obras a las que hay que acercarse, son obras que hay que mirar con cuidado y más de una vez, son obras frente a las que hay que pensar, que exigen un esfuerzo de atención para aprehenderlas y disfrutarlas.

 

 

            En cierto sentido no son obras figurativas, puesto que difícilmente se pueden discernir o reconocer figuras concretas en el dramático entramado de colores desvaídos, ocres, opresivamente apagados, a contraste con los bruscos e intensos trazos oscuros que los surcan como cicatrices.

            Empero tampoco, stricto sensu, son abstractas, ya que inmediatamente que las miramos por segunda vez nos asalta la sensación de que estamos viendo algo familiar que no reconocemos, como si el artista nos ofreciera un punto de observación que está tan cerca del objeto que nos hace perder la perspectiva y las referencias y, en consecuencia, no nos permite identificarlo.

            El autor afirma que se inspiró en la de los tatuajes y sin duda las formas mórbidas, surcadas por trazos agresividad intensamente estéticas, frecuentemente puntiagudos, permiten inferior que estamos viendo el fragmento ampliado de un cuerpo con el fragmento de un tatuaje, a ambos, cuerpo y tatuaje, la aproximación excesiva ha privado del contexto necesario para identificarlos con certeza.

            ¿No es esto una ironía deliciosa? Sin duda pocos territorios más frágiles que el cuerpo humano, sometido a la acción del tiempo ya los azares de la existencia. Sin embargo los tatuajes son un acto de fe en la perennidad o quizás (más dramático aún) un grito de protesta ante la fragilidad de lo efímero.

            El cuerpo, esos fragmentos, esos acercamientos excesivos, que son y no son el cuerpo, es uno de esos territorios frágiles que Rolandi nos propone explorar, pero aún hay otros territorios, no evidentes pero sí detectables, que podrían recorrerse siguiendo los mapas fragmentarios que son los cuadros.

            Se me ocurre que la paleta de colores y el brumoso efecto que consigue al distribuirlos en las obras no tiene nada de casual: es como si el humo, en el que se están convirtiendo los bosques vírgenes (esos territorios tan fuertes en la naturaleza y tan frágiles ante la acción humana), hubiera nublado la superficie de los cuadros.

            En otro orden de, “Territorios frágiles” llama la atención enorme por el contraste con las cosas que presentó Rolandi el año pasado, realizado también en Casa Mayor, aquella era de collages, esta de tiza pastel; aquella humorística y festiva, esta dura y dramática; aquellos la llena de brillante colorido, esta oscura y hasta tenebrosa, lo que habla no solo de la versatilidad técnica del autor sino también de una profunda empatía entre los temas que investigan y los artificios que elije para tratarlos. A fin de cuentas frágiles también la técnica de tiza pastel.

            Pero, volviendo la exposición actual, “Territorios frágiles” es una muestra dura y dramática sobre un tema duro y dramático, una cartografía fragmentaria de lo frágil. La fragilidad tiene mala fama. Sin embargo casi todo lo que vale la pena es frágil… Frágil es el cuerpo, frágil es la belleza, frágiles son los seres vivos, frágil es el precario equilibrio de la naturaleza, frágiles son nuestros cuerpos, frágil y efímera es la vida.

 

 

 

Territorio Fragil - Carlos Rolandi
Territorio Fragil - Carlos Rolandi
Territorio Fragil - Carlos Rolandi
Territorio Fragil - Carlos Rolandi
Territorio Fragil - Carlos Rolandi
Territorio Fragil - Carlos Rolandi
Territorio Fragil - Carlos Rolandi
Territorio Fragil - Carlos Rolandi
Territorio Fragil - Carlos Rolandi
Territorio Fragil - Carlos Rolandi
Territorio Fragil - Carlos Rolandi