Artefactos & Invertebrados de Carlos Almeida
El día 13 de mayo a las 19:30 hrs. En Casa Mayor Galería de Arte (Malutín 263) se llevará a cabo la muestra del artista Carlos Almeida denominada “Artefactos & invertebrados”.
Carlos Almeida nació en Asunción el 15 de enero de 1955. Es pintor y dibujante autodidacta.
Es egresado de la primera promoción de la carrera de Artes Plásticas en el Instituto Superior de Arte (ISA) de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Asunción. Participó además en varias exposiciones colectivas, en el Museo Americano de Maldonado, Uruguay, Centro Cultural Paraguayo Americano, Centro de Artes Visuales, de Asunción, Galería Miró, Asunción, Galería Magíster, Asunción. Participó en la I Bienal Latinoamericana de Arte Sobre Papel de Buenos Aires.
Realizó muestras individuales en la Galería ArteSanos (1983 , 1984) y en la Casa Castelví, de la Manzana de la Rivera (1997). Verónica Torres Colección de Arte (2003). Centro Paraguayo Japonés (2004). Centro Cultural de la República El Cabildo (2005). Verónica Torres Colección de Arte (2010). Casa Mayor Galería de arte (2012).
Entre sus premios figura la Mención Especial del concurso organizado por la OEA en Asunción en 1977, Mención especial premio Benson & Hedges, Mención especial del concurso organizado por el Instituto de Cultura Hispánica de Asunción, en 1983.-
Su obra está representada en el Museo Paraguayo de Arte Contemporáneo (CAV).
Sobre la muestra el critico Carlos Sosa expresa:
“Los objetos que conforman la reciente producción de Carlos Almeida derivan de un notable manipuleo de elementos reciclados: metales, acrílicos, plásticos, dispositivos de iluminación…, integran el universo formal de “insectos” y “lámparas” configurados en la rigurosidad de principios de diseño y composición; estrategia que permite fiscalizar el menor detalle en el proceso de articulación de las partes y su consecuente calidad de síntesis objetual y expresiva, cualidades peculiares, diríamos, del imaginario del artista. Es sabido que Almeida trabaja con sistematicidad y disciplina la forma, que a la larga deviene preciosismo, uno que, sin embargo y llamativamente, pone a raya al manierismo y su letal vaciamiento de contenido y condena formalista; densa cuestión que amenaza la estabilidad semántica de cada objeto si consideramos la ambigüedad lúdica que subyace en cada uno de ellos: el preciosismo no exponen simple y anodina espectacularidad visual, más bien se detiene justo en la frontera donde, por ejemplo, el ajuste de las articulaciones de partes destaca la necesaria funcionalidad práctica –articular, integrar, identificar- de una arandela, de un tornillo, un vástago, por sobre la inanidad del mero gesto y efecto técnicos. Es claro que para Almeida lo ético y lo estético constituyen sobrada unidad moral e intelectual, y miaje ideológico claro como fundamento de toda actitud artística con pretensión y proyección histórica, de ahí su obcecada búsqueda de la calidad expresiva.
La complejidad de la propuesta también promueve el juego de identidades y sentido al plantear la sutileza de la forma, aquella que ora deviene útil, ora deviene inútil; ora objeto para contemplar, ora objeto para manipular; ora ratio de design, ora ratio artesanal y de cuasi orfebrería… Así, Almeida pone en entredicho la mentada e impecable eficacia tecnológica cuando desliza y critica a través de la forma del arte la mortecina gelidez, lo absolutamente cosificado y deshumanizado del objeto mercantil. Con todo, el artista brega por una estética redentora, si todavía fuera de esto posible, en que la mano creadora restituye la huella perdida del hombre en la obra de arte, evento que había destellado ya en los inicios del mundo moderno y hoy rige y se aviva en el mercado expandido, informatizado y tecnologizado”. (Fragmento del Texto “Huella y arte”, Carlos Sosa, 2014)